La menopausia, junto con el embarazo y el posparto, son las etapas en las que la mujer suelel engordar más. A partir de los 55 años, cuando se instala menopausia, la distribución de la grasa varía, no se suele acumular en los glúteos o los muslos sino en el abdomen, el pecho y el cuello, se trata de una obesidad troncular, que también se llama central o visceral. Todo ello se debe al que el nivel de estrógenos ováricos desciende.